El objetivo del entrenamiento médico es capacitar a hombres y mujeres locales en atención médica básica e intensiva, para que puedan cubrir necesidades físicas y abrir la puerta a compartir el Evangelio.
Atender a personas con dolor o enfermedad crea oportunidades para mostrar el amor de Jesús, especialmente en comunidades donde no existen servicios de atención primaria.